Nuestro Pan Diario

sábado, 14 de mayo de 2011

Nuestro Pan Diario


SILENCIO Y CONFIANZA

Posted: 13 May 2011 09:00 PM PDT


Lectura: Juan 11:1-10.

"Cuando [Jesús] oyó, pues, que [Lázaro] estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba" Juan 11:6

En una de las columnas semanales de Joe Morgenstern sobre películas, en el Wall Street Journal, se refería al impacto de las grandes estrellas cinematográficas en escenas tomadas en primer plano y donde no decían absolutamente nada. «Las estrellas de cine —escribía él— pueden darse el lujo de no hacer casi nada en momentos cruciales porque, al haber ganado ya nuestro respeto, suponen que estamos prestando atención». Sin embargo, esta cualidad de silencio impactante que admiramos en actores y actrices, puede ser frustrante o decepcionante en nuestra relación con Dios cuando Él permanece callado.

Cuando Lázaro, un amigo íntimo de Jesús, se enfermó gravemente, sus hermanas María y Marta mandaron a avisar al Señor. No obstante, «cuando [Jesús] oyó, pues, que [Lázaro] estaba enfermo, se quedó dos días más en el lugar donde estaba» (Juan 11:6).

Comentando este pasaje, Oswald Chambers dijo: «¿Dios te ha confiado un silencio; un silencio con un gran significado? […] ¡Piensa en esos días de silencio absoluto en el hogar en Betania! ¿Hay en tu vida algo parecido a aquellos días? […] Su silencio es una señal de que Él está por manifestarse en tu vida de una manera maravillosa. […] Si Dios se ha mantenido en silencio ante ti, alábalo, porque te está introduciendo en el gran sendero de Sus propósitos». Podemos confiar en nuestro Señor amoroso, aun cuando esté en silencio.

Reflexión: A Cristo no le pasa desapercibido ningún servicio para Él.

LA BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 19–21. Juan 4:1-30.

NO TE OLVIDES

Posted: 12 May 2011 09:00 PM PDT


Lectura: Deuteronomio 24:17-22.

"Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos" 1 Timoteo 6:18

A veces, cuando salgo de casa para ir a trabajar, mi esposa me dice: «No te olvides de…». Un rato más tarde, en el transcurso del día, me llama y me pregunta: «¿Te acordaste?».

Todos tendemos a olvidarnos de ciertas cosas. Pienso que esta es la razón por la cual Dios nos repite las verdades importantes. En Deuteronomio 24, el Señor les recordó dos veces a los israelitas que habían sido esclavos en Egipto, pero que Él los había rescatado y redimido (vv. 18,22). Por intermedio de Moisés, les dijo: «… te acordarás que fuiste siervo en Egipto, y que de allí te rescató Jehová tu Dios…» (v. 18).

Puesto que los israelitas habían sido redimidos, tenían ciertas responsabilidades que el Señor quería que recordaran. Moisés dijo: «Yo te mando que hagas esto» (v. 18). ¿Qué era «esto»? Se les dijo que se ocuparan del «extranjero, […] el huérfano y […] la viuda» (v. 19). Si parte de la cosecha quedaba en los campos, debían dejarla para esa gente necesitada. En los versículos 20 y 21, les vuelve a recordar a estas personas.

Somos gente redimida por medio de la muerte de Jesús en la cruz y Su resurrección. A nosotros también se nos dice en varias ocasiones que estemos dispuestos a compartir con los necesitados. Hebreos 13:16 declara: «Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios».

Reflexión: Recibir gratifica, pero compartir satisface.

LA BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 17-18. Juan 3:19-36.

NUEVA FORMA DE CONTACTO

Posted: 11 May 2011 10:59 PM PDT



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EL BARCO

Posted: 11 May 2011 09:00 PM PDT


Lectura: Hechos 6:1-7.

"Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios" 1 Pedro 4:10

Un grupo de jóvenes que visitaba Jamaica en un viaje misionero estaba disfrutando de un tiempo libre y jugando al frisbee [disco volador]. Sin embargo, cuando alguien vio que un barco se había volcado en una playa cercana, el juego de pronto terminó y los jóvenes se arrojaron rápidamente al agua para ayudar.

Se encontraron con un pequeño grupo de operarios navieros profesionales que luchaban para tratar de dar vuelta el barco. Ante tal circunstancia, los jóvenes pudieron ayudar. Pusieron manos a la obra, aportaron su fortaleza juvenil, y todos juntos pudieron enderezar el bote.

Lo que pasó ese día en el Mar Caribe me recuerda lo que puede suceder en la iglesia. Los «profesionales», el pastor y las demás personas capacitadas para liderar la congregación, enfrentan una tarea que no pueden hacer solos. Suele ser complicado llevar a cabo las labores en la iglesia sin que los laicos se incorporen y trabajen junto con los líderes.

Esto fue lo que sucedió en Hechos 6. Algunas personas de la iglesia estaban siendo descuidadas, y los «profesionales», los apóstoles que lideraban la congregación, se dieron cuenta de que no podían hacer todo por sí solos. La iglesia pudo seguir adelante sólo cuando siete laicos se sumaron para ayudar a los líderes.

¿Cómo puedes sumarte a la labor de tu pastor y de los demás líderes para colaborar en el progreso de la iglesia?

Reflexión: El trabajo en equipo divide el esfuerzo y multiplica el resultado.

LA BIBLIA EN UN AÑO: 2 Reyes 15–16. Juan 3:1-18.

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